Los diamantes son una excelente inversión por varios motivos de peso. El principio económico fundamental de la oferta y la demanda sugiere un aumento orientado a largo plazo de los precios de los diamantes en el mercado mundial. La estabilidad de los precios de los diamantes, que solo suelen verse afectados por acontecimientos importantes, ha demostrado repetidamente su resistencia. La rápida evolución de la industria del diamante presenta nuevas oportunidades, por lo que ahora es el momento ideal para diversificar su cartera con diamantes naturales. Nuestra experiencia pone de relieve los principales motivos por los que invertir en diamantes es una valiosa aportación a su estrategia de inversión.
¿Por qué invertir en diamantes naturales?
Valor estable a largo plazo
Los diamantes naturales han demostrado ser una de las inversiones más resistentes a las crisis en comparación con la volatilidad de otros tipos de inversiones o materias primas. Mientras que las carteras de inversión tradicionales (que incluyen acciones, bonos, propiedades y contratos de futuros) se desplomaron durante anteriores crisis financieras, los diamantes pulidos solo tuvieron una pequeña recesión. Por eso, BNT prevé un crecimiento significativo de la demanda de diamantes de inversión, que suele producirse en tiempos de crisis, inestabilidad e inseguridad mundial.
Y si mira el precio a lo largo de un periodo de 100 años, notará un aumento constante del precio a largo plazo. Por supuesto, el valor del diamante puede fluctuar a corto plazo (de una semana a otra o de un mes a otro), pero, durante un período de tiempo largo, el diamante tiende a mantener el valor subyacente y, en muchos casos, incluso a tasas de retorno positivas. Esto está condicionado por los recursos naturales limitados y la oferta cada vez más escasa.
La oferta está disminuyendo
La oferta de diamantes naturales es cada vez más escasa, sobre todo en las calidades superiores (la categoría de inversión).
Esto se debe a algunos factores:
- No hay nuevas minas importantes en proyecto. Y se ha invertido muy poco en la exploración de nuevas minas durante 25 años. Cada vez se encuentran menos minas de diamantes nuevas y, desde luego, ninguna grande. Por ejemplo, las empresas están buscando hoy en día ubicaciones en Canadá, donde, dependiendo del tiempo, solo pueden conducir sobre el hielo un mes al año.
- Cada vez cuesta más extraer los productos, como ocurre con el petróleo. Esto llevó al cierre de minas más antiguas, como la conocida mina de diamantes Argyle, en Australia (cerrada en 2020). Las empresas mineras tienen que cavar cada vez más profundo para desenterrar nuevos diamantes. Hasta el punto de que la explotación de la mina ya no es rentable, y la mina se cierra.
- El diamante natural es un recurso natural limitado que se «agotará» algún día.
Certeza desde hace más de un siglo
Con un producto escaso que se «agotará» algún día, al menos sin cambios inmediatos a la vista, el futuro de los diamantes naturales parece positivo. Así ha sido durante los últimos cientos de años. La curva de precios siempre ha mostrado un aumento ligero y estable durante este periodo de tiempo. Con caídas relativamente poco profundas y raramente algunos picos hacia arriba. Esto contrasta con la curva de precios del oro, por ejemplo.
La demanda aumenta
El precio de los diamantes depende casi exclusivamente del juego de la oferta y la demanda. Y aunque la demanda a veces fluctúa a corto plazo, sigue aumentando a largo plazo. Según los especialistas de la empresa de consultoría estadounidense Bain & Company, la demanda de diamantes naturales en bruto seguirá aumentando hasta un 2 % anual hasta 2030, debido a los sólidos cimientos estadounidenses y a la creciente clase media de China y Japón.
¿Puede un cambio en la política afectar a la demanda? Vimos esto fugazmente en China en 2016, cuando el gobierno restringió la compra de artículos de lujo. Pero, al final, el impacto en la demanda resultó ser pequeño y pasajero.
Liquidez selectiva
A pesar de la ausencia de una plataforma de comercio pública, los diamantes siguen siendo activos de gran liquidez, aunque esta liquidez varía según los segmentos del mercado, lo que requiere enfoques a medida. En general, existen dos categorías: diamantes de calidad comercial y diamantes muy raros.
Diamantes de calidad comercial:
Estos diamantes, a pesar de su rareza, tienen una amplia demanda. Son populares como inversión los diamantes redondos incoloros de alta calidad de entre 1 y 3 quilates, con al menos un color G y una claridad VS2, certificados por GIA, HRD o IGI. Este segmento está activo debido a su uso común en joyería, lo que permite una reventa rentable si se compra sabiamente.
Diamantes muy raros:
Estos diamantes únicos atraen a un nicho de mercado de coleccionistas, impulsado por la especulación. Incluyen piedras muy grandes, de colores intensos o con formas sofisticadas excepcionalmente bien talladas. La reventa de estos diamantes, a menudo a través de subastas, es compleja y requiere la orientación de expertos. A pesar de esto, su valor ha aumentado significativamente, atrayendo la atención de los inversores, en especial hacia los diamantes de color.
Additional benefits: compactness and emotional value
Los diamantes naturales deben considerarse inversiones a largo plazo que vienen con algunas ventajas adicionales.
Compacidad
Un diamante es ligero, transportable a cualquier parte y anónimo. Con solo unos pequeños diamantes, lleva consigo mucha riqueza. Esa ventaja es aún más evidente en los países políticamente inestables.
Además, puede empezar a invertir ya desde un presupuesto de 5000 €.
Valor emocional
El valor financiero de las joyas y los diamantes naturales es muy importante, especialmente cuando se adquieren como inversión. Pero también son intemporales y duraderos.
Son objetos preciosos que se compran o se regalan en ocasiones especiales. Se transmiten a futuras generaciones llevando consigo las historias de las personas que los llevaron, lo que añade valor emocional incluso a la pieza de joyería más sencilla. Las piezas preciosas de joyería pueden pasar de generación en generación como herencia y permanecer intactas, convirtiéndose a menudo en la última pieza que le recuerda a esa persona o esa ocasión especial.
Se aconseja a todos los inversores que comprendan completamente todos los riesgos asociados a la inversión. Todas las inversiones implican riesgos y cada decisión de inversión sigue siendo responsabilidad de quien la toma. No existe ninguna garantía de que su inversión vaya a ser rentable, ni de que no vaya a generar pérdidas.