En realidad, los diamantes son bastante raros. De verdad, el proceso de minar un diamante es bastante duro (las minas trasladan varias toneladas de tierra para cada quilate de diamante que se encuentra) y los diamantes de piedras preciosas son bastante raros (solamente 1 en 1 millón diamantes son piedras preciosas de 1 quilate, 1 en 5 millones son de 2 quilates y 1 en 15 millones son de 3 quilates).
Los precios de los diamantes aumentan igualmente al indexo. En algunos períodos, la demanda es mayor que la oferta, en otros es al revés. Al final, hay siempre una balanza.