El origen del diamante, tanto como sus muchas connotaciones, se encuentra en India donde se ha minado por la primera vez. La palabra que se utilizaba en el Sánscrito para diamante está transliterada como vajra o “relámpago” y indrayudha o “la arma de Indra.” Visto que Indra es el dios de la guerra, del cielo, de la tempestad y de la lluvia, siempre está retratado con un relámpago en su mano, lo que dice mucho de la concepción indiana de diamantes.