Los métodos de extracción minera son muy variados, dependiendo de la manera en que se presenten los diamantes en la superficie de la tierra. La extracción en las chimeneas o conductos de kimberlita se hace “a cielo abierto” o con métodos de “minería subterránea.” Cuando la erosión libera los cristales de diamante de la matriz de kimberlita, éstos son arrastrados por los ríos. En este caso, se excava el lecho del río y el limo se pasa por una criba. Esta técnica se denomina”minería de placer”. La “minería marina” es la explotación de depósitos costeros arenosos mediante dragado. Por tanto, la explotación de los diamantes puede ser el resultado de importantes operaciones industriales, pero también de métodos a pequeña escala, o incluso un trabajo manual. Los diamantes son raros. Por lo general, deben procesarse 250 toneladas de rocas, arena y grava para obtener un quilate de diamante. La producción anual mundial asciende aproximadamente a 100 millones de quilates, de los que sólo el 20% son de calidad gema.