La diversificación es una conocida técnica para gestionar el riesgo que mezcla una gran variedad de inversiones en una misma cartera. Su ventaja es que suele aportar unos beneficios mayores y comporta un riesgo menor que las inversiones incluidas en la cartera por sí solas.
Para conseguir esta diversificación, los inversores estudian los tipos de activos alternativos. Las materias primas, entre las que se incluyen los diamantes, forman parte de este tipo de activos alternativos, que se han convertido en una opción cada vez más atractiva en los últimos años.
En general, es muy recomendable recurrir a la siguiente combinación de inversiones para disminuir el riesgo global y aumentar las posibilidades de obtener un mayor beneficio con su cartera de inversiones:
• 1/3 de inversión inmobiliaria
• 1/3 de valores de renta fija
• 1/3 de bienes muebles/materias primas, como los diamantes
Esto implica que los diamantes se adaptan perfectamente a una estrategia de inversión diversificada y, por lo tanto, permiten reducir el riesgo no sistemático.
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