Los diamantes sintéticos no son nuevos. Han existido desde hace décadas, pero la tecnología ha evolucionado mucho en los últimos años. Esto significa que la calidad es cada vez más alta. ¿Son los diamantes sintéticos una amenaza para la industria del diamante? Aparentemente, no.
En la actualidad, la producción de diamantes sintéticos es menos del 1% de la producción mundial de diamantes naturales. Alrededor del 95% de los diamantes artificiales se utilizan para aplicaciones en alta tecnología, tales como la perforación industrial, pantallas láser y máquinas de rayos X. La mayor parte de esos diamantes falsos se hacen en China, EE.UU., Japón y Sudáfrica.
Elevado coste de producción
Debido a los elevados precios de producción de los diamantes sintéticos, los precios del mercado son sólo un 30% más bajos que los de los diamantes reales. Por otra parte, los márgenes de beneficio en el sector industrial, son casi tan altos como en la industria del diamante regular. Por lo tanto, los fabricantes tienen pocas razones para cambiar su mercado.
La industria del diamante regular conoce los beneficios del diamante sintético. Por ejemplo, son ideales para aplicaciones industriales, pero no son vistos como una amenaza en sí misma. Incluso el gigante de los diamantes De Beers es accionista de varias empresas de la industria del diamante sintético.
¿Prefiere el consumidor los diamantes sintéticos?
Pero ¿qué piensan los consumidores? Es un hecho que los diamantes sintéticos son más barato y no pueden distinguirse de los diamantes reales a simple vista. Sin embargo, los estudios de mercado sugieren que la gran mayoría optará por el producto auténtico.
Un diamante sintético, fue producido en un laboratorio o fábrica y no tiene el encanto de un diamante natural. Debido al aumento de la transparencia en el sector de los diamantes, el riesgo de fraude se ha llevado a un nivel mínimo.
Diamantes: dos mundos separados
En resumen, los diamantes naturales y los diamantes sintéticos pueden perfectamente coexistir. El consumidor elige el producto auténtico y no la imitación. Por otra parte, hay un montón de usos rentables para la producción de diamantes sintéticos, por lo que ambos sectores no tienen que interferir.