Lo primero es lo primero: siempre es un buen momento para comprar diamantes naturales de alta calidad y joyería de diamantes naturales a modo de reserva de valor. Pero también es cierto que algunos momentos son mejores que otros.
Al igual que las acciones de las mayores compañías del mundo, los diamantes de gama alta son una inversión inteligente que ha resistido la prueba del tiempo, incrementando su valor de manera constante a lo largo de los años y capeando las inevitables fluctuaciones de los precios inherentes a todos los mercados. Y por ello, aquellos inversores inteligentes que buscan grandes oportunidades en la bolsa y demás para hacerse con activos tangibles que ofrezcan las condiciones necesarias para afrontar una recesión temporal son capaces de reconocer la oportunidad de adquirir un activo de fuertes fundamentales a un precio favorable. Y fue, precisamente, la pandemia mundial lo que creó esa oportunidad.
El brote del COVID-19 tuvo un impacto significativo en la industria del diamante, forzando a los minoristas a cerrar sus tiendas, obligando a los consumidores a quedarse en casa y cancelando planes de boda, aniversarios y demás celebraciones. Como resultado, se redujo drásticamente la demanda de diamantes, así como la de la mayoría de los bienes y servicios.